
Adicto a la cocaína. Quiere rehabilitarse para no perder a su familia y a su pareja. Se gasta unos 1.000 euros al mes en cocaína. Sus deudas por las drogas le obligaron a volver a casa de sus padres donde vive con su pareja. El aspecto físico le preocupa enormemente. Esta preocupación ha derivado en un trastorno de alimentación: es bulímico. "He perdido más de 10 empleos por culpa de la cocaína".
No hay comentarios:
Publicar un comentario